BITÁCORA DE LAURA DEL MAR.

Poemas y cartas; náufragos y sirenas.

Anuncios

TORMENTAS Y SUNAMIS... Poema al desamor y olvido.

DECAYENDO...

Siento que la vida… se me va
la sangre es agua por mis venas
el verde de mis ojos, arena del desierto,
oasis en mi boca que no encuentro.

Cuerpo en decadencia
manos que son torpes,
pies que resbalan.

Me voy… ¡despacio!
Cerebro agotado pensamiento,
desear el descanso.

Olfato poco ágil
voz agotada por el peso de las letras
acumuladas en el tiempo
abriendo las puertas en los versos.

No soy nada y puedo ser mucho más…
¿Y qué de todo esto si no estás?
Laura... sin mar.


HE VUELTO A LLORAR

He llorado una vez más
he dejado rodar esta fuente
que deseaba detener
he soltado mi alma al viento
y la he dejado correr.

Me había prometido
que por él… ¡Nada! ¡Nada!
Más tengo mi alma invadida
de sus recuerdos…
sus poemas… su música
y de esto que llevo dentro…

Me había prometido que por él…
¡Nada…!
Nada… es fácil sin su amor,
no hay vida, no hay color…
y esta noche…
a ritmo de brisa y de mar
mi llanto danza… ¡Clama…!
reclama el que no esté…

Y escucho tu voz que llama
¡Hola! ¿Cómo estás…?
Y pongo música en mi voz,
alegría en mis palabras…
Ríes… Río… Bromeamos.
Ajeno quedas del llanto
que no te he dejado ver…

Mientras releo sus versos
y con el vate de su pluma
intento escribir estos míos,
mi tintero encontré vacío
lo he colmado con mi llanto.

Recuerdo… me había prometido
que por él… ¡Nada...!
Aunque de mí tengas… ¡Todo…!
él es dueño de... ¡Mi alma…!


¿CELOS?

Aquellos que sentía cuando entonces
eras tu mi pasión y mi locura,
en los días adorándote y amándote
hasta mi vida hubiese dado por tus besos.

¡Sí¡ los sentí defendiendo nuestro nido,
los puse de coraza intentando
proteger de lo nuestro la alegría,
era tanto el amor que yo sentía
que me han quedado cicatrices en la sangre.

Eran celos aquellos que tú mismo regaste
con tus versos burlescos hacia mí.
Pero ahora ¿que yo de ti los sienta?
permite una sonrisa obsequiarte,
ya ni rastros de ellos han quedado
arrasados se fundieron con la lava
del volcán que con tu hielo erupcionaste.

Es bonito recordar lo que ha pasado
ya ni amargo sabor hay en mi boca,
ya ni de llanto mis ojos se han bañado
ya ni de dolor mi alma se ha enconado,
te recuerdo como el más grande amor
que en mi vida de mujer haya pasado.

Pero ¿celos en este mes de junio?
Ni siquiera los siento por la brisa
que atrevida te besa en la mañana,
ni por esos los rayos de la luna
que en tus noches acaricias y bendices.

Ya no hay celos por ti, ellos hoy yacen
en el mismo ataúd de mi esperanza.


ESPERANZA.


Entraba tu voz como un chorro de brisa
regando esperanza, augurando dicha
alegre sonabas, romántico, ¡sensual!

Sonreían las paredes a mi alrededor
Por entre las teclas de mi celular
¡derroche de vida, alegría total!

Era tu voz como en aquellos días
extendías tu mano, amor ofrecías…
y yo presumida, feliz recibía
este amor bonito que jamás se ha ido
y eran tus palabras un soplo de vida…

lloré de alegría, brinqué de emoción
bendije mi vida, adoré la tuya,
todo estaba listo muy pronto estaría
bañando tu cuerpo de besos y luna.

¡Qué iba yo a saber
esa era tu venganza…!